El paramotor electrico, Clementeparamotor.
Ya tenia ganas de presentar algo nuevo, pero como bien sabéis
los que me conocéis, hasta que no he probado exhaustivamente una cosa, no me
gusta hablar de ella.
Y no os quepa ninguna duda de que esto es el futuro, como habéis
imaginado me refiero a la propulsión eléctrica.
El propulsor que hemos elegido es el de "Paracell"
por su calidad, eficacia, potencia y limpio diseño, además ha contado mucho el
que sea un producto nacional de primer orden, la hélice como cabía suponer es
de carbono fabricada por el alemán Helix, todo esto montado en un chasis de
acero inoxidable super ligero pero robusto, con un diseño limpio y sencillo al
cual le hemos incorporado una silla especialmente concebida para este equipo,
muy ligera y cómoda, además de tener una maniobrabilidad excelente.
Creo que
hemos conseguido un "EcoParamotor" muy equilibrado, fácil y versátil,
con una relación peso-potencia insuperable, piensa que tenemos 21cv disponibles
con solo 25kg de peso, casi a cv por kilo de peso.
En esta primera unidad he montado una batería de peso medio
y capacidad para 30 minutos de funcionamiento de motor. Se puede montar una más
grande que aumentaría el tiempo de motor hasta los 60 minutos.
Bueno, vamos a mis apreciaciones sin más demora.
Lo primero que te sorprenderá es el bajo peso del equipo,
tanto el real como el aparente, todo va muy pegadito a la espalda y en el
centro de esfuerzos de esta, lo que da un resultado de comodidad y solvencia a
la hora de inflar tanto de frente como de espaldas.
El acertado diseño de la
silla hace el resto del trabajo en el despegue, no molestando nada en la
carrera y colocándose debajo en el momento que quitamos los pies del suelo, a
la hora de aterrizar sorprende lo fácil que es salir de ella y poner los pies
en el suelo con el cuerpo perfectamente erguido.
Lo segundo que te sorprenderá será su potencia que unido al
poco ruido, solo el de la hélice, aumenta considerablemente la sensación de
“pepino”.
Pero eso si, totalmente dosificable, gracias a su mando de acelerador
de ultima tecnología, regulable electrónicamente en todos sus parámetros, tanto
en progresividad, limitación de potencia, retardo tanto al dar gas como al
quitarlo, etc.
Francamente, es una maravilla tecnológica, al principio lo
miras con cierto recelo, pero amigo, cuando la vuelas te engancha hasta las
“trancas”. No pesa, no huele a nada, no mancha, no gasta, no hace ruido, no hay
que arrancarlo, no vibra, no espanta a los pájaros, etc, etc.
En contra tiene su precio de adquisición más elevado que su
hermano de explosión y la menor autonomía, y ¡Ya está!
¿Y para que? os preguntareis, ya os dije anteriormente que
esto es el futuro, mas tarde o mas temprano los motores de 2 tiempos irán
desapareciendo, y habrá que elegir entre los 4 tiempos o los eléctricos, y si
nos vamos a un futuro mas lejano, no quedaran ni los 4T.
Me diréis que entonces adiós a los vuelos de 2 o 3 horas, y
ahí es donde Yo creo que el progreso en la tecnología de los acumuladores nos
servirá y no es aventurado prever que en unos años, no se cuantos, dispongamos
de baterías que con el mismo peso tripliquen o cuadripliquen su capacidad y con
ello el tiempo de funcionamiento, recordad hace unos cuantos años el tamaño de
nuestro móviles, o de los ordenadores portátiles.
Por supuesto que esta tecnología no va dirigida a nuestros
cacharros, pero por supuesto que nos serviremos de ella.
Hasta entonces, estos Ecoparamotores van dirigidos a pilotos
mínimamente experimentados, con ganas de emular a los pájaros, usando el aleteo
de sus alas solo cuando es necesario, sin asustar ni molestar a nadie, por
supuesto, te permitirá despegar y volar donde antes no se podía hacer por la
molestia del ruido, aprovechar esa ladera fantástica sin tener que subir al
despegue, despegar en llano cuando el cielo se llena de cúmulos y prolongar el
vuelo durante varias horas, exprimiendo las ascendencias, utilizando el motor
solo cuando sea necesario, nadie te verá, a no ser que en ese momento les de
por mirar arriba.
Podrás sacarle todo su rendimiento a las últimas “joyas” de
vuelo libre que no paran de sacar los fabricantes de parapentes, con
rendimientos por encima del 10:1 y tasas de caída de menos de 1 metro.
En cierta manera es una vuelta a los comienzos, donde lo
importante era el tiempo que estabas ahí colgado y no la velocidad, lo alto que
subías y no la capacidad en litros de tu depósito, el aprender en cada vuelo
algo más y no darle al acelerador sin más, era eso, VOLAR.
No os imagináis lo que se aprende cuando tenemos limitado el
tiempo de uso del motor, como buscas y aprovechas todo lo que encuentras para
ganar unos cuantos metros y como huyes cuando ves que en esa zona los pierdes
mas deprisa de lo normal, como empiezas a amar otra vez a las velas que vuelan
y no a las que corren, es un día a día en el que cada vez
eres mejor piloto.
Como podéis imaginar, mi consejo es utilizar velas de
rendimiento, por supuesto no aconsejo una réflex, no es que no se pueda
utilizar, por supuesto que si, pero no le sacareis el máximo rendimiento, además de no ser la filosofía de este
producto.
Yo personalmente lo he volado con varias velas, entre ellas
la Speedster de Ozone, Kinetic FRX, Honey PW, Zephyr PW, Zenith todas estas de Windtech y por ultimo como
podéis ver en las fotos la Fénix de Windtech, una vela de alto rendimiento de
la ultima “hornada” que por cierto me ha sorprendido gratamente, ya no por su
magnifico rendimiento, que se esperaba al ser una “C”, sino por la sensación de
seguridad que te transmite, nadie diría volándola que es una “C”, los que vuelan
Windtech notaran rápidamente el sello de Álvaro Valdés, su diseñador.
Espero que en pocos años tanto la “tecnología” de las
baterías como la “economía” del país mejoren y podamos volar más tiempo y tener
mas “pasta” para comprarlo.
Y nada mas, si tenéis alguna duda, ya sabéis donde
encontrarme.
Si quieres ver mas fotos de este nuevo equipo pasate por esta galeria donde veras algunas fotos mas.
Pulsa AQUI.
Saludos, Clemente.
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